Por Sofía Espul
Las Furias (Tisífone, Alecto y Megera), en la mitología griega, nacen cuando Cronos cortó los testículos de su padre Urano y la sangre del dios cayó sobre Gea, la madre tierra. Se las representa como demonios femeninos alados, su misión era castigar los crímenes humanos.
Por fuera de la mitología, ya de carne y hueso, en los años 70´surgen en Estados Unidos “The Furies”. Un colectivo de lesbianas/feministas, iniciado por doce mujeres en Washington DC, se describían a sí mismas como “lesbianas en rebeldía”, se definían como mujeres que aman una sola cosa, a la mujer. Rechazan expresamente la dominación político/sexual que impone el machismo, como lesbianas ponen en primer lugar a las mujeres mientras en la sociedad se pone al varón como ser supremo.
Llevaron adelante una publicación llamada: “The Furies: Lesbian/Feminist Monthly” durante dos años; el primer periódico se publicó en enero de 1972, comprometido en hacer crecer un movimiento para destruir el sexismo y construir una ideología que sea la base para la acción.
Este periódico dejó de lado la idea de que las lesbianas no tienen humor, una de sus premisas era divertirse para no enloquecer ante la supremacía heterosexual, su antídoto de resistencia fue el humor, The Furies eligieron esta herramienta como bandera para su lucha y para afrontar los desafíos que implica vivir en una sociedad dominada por el machismo.
Intentaron llevar adelante una lucha contra el heteropatriarcado, a través de sus publicaciones mensuales en las que buscaban entender la intrincada relación que existe entre clasicismo, racismo, capitalismo e imperialismo, y cómo el heteropatriarcado es el eje que atraviesa todo.
Las mujeres de The Furies se veían a ellas mismas como creadoras de una nueva sociedad, a través de sus publicaciones promovían ideas relacionadas con el desarrollo de un nuevo mundo en el que las lesbianas pudieran vivir. Ginny Berson, una de las Furies, publicaba en 1972: “El sexismo es la raíz de todas las otras opresiones y la opresión hacia las mujeres y aún más, hacia las mujeres lesbianas, no terminará hasta que no entendamos que el lesbianismo no es sólo una elección sexual, sino una elección política”. Es uno de los primeros colectivos de lesbianas que se revela ante el hecho de ser entendidas sólo como mujeres que eligen sexualmente a otra mujer, las Furies se definen como mujeres reales, más allá de que el concepto de “mujer real” en una sociedad heteropatriarcal se asocie solamente a la mujer que sólo tiene relaciones sexuales con varones.
Ellas postulan que la relación mujer/varón es una relación política en sí misma, porque implica poder y dominación, pero a partir de que las lesbianas proponen otro tipo de relación, una mujer que elige a otra mujer, esto puede ser la vía de escape, la opción para construir una nueva sociedad. La lucha de este colectivo se basó en mostrar que la lesbiana era doblemente discriminada, porque si bien su elección sexual la apartaba de la relación de dominación que implica una pareja heterosexual, para la sociedad seguía siendo mujer pero aún peor, lesbiana. Una de las frases que popularizaron en esa época para visibilizar esta situación es que nunca se oyó que una mujer lesbiana esté exenta de ser violada, es decir que son víctimas de ataques sexuales por parte de varones al igual que cualquier mujer heterosexual, pero además víctimas de discriminación por elegir demostrar su elección sexual abiertamente.
En resumen, The Furies proponían empoderar a las mujeres lesbianas, hacerlas conscientes de que su propia subordinación era la base del poder heteropatriarcal. Alzaron la voz para postular que las raíces de este poder surgen desde las primeras divisiones de trabajo en la prehistoria, en la que los hombres eran quienes salían a cazar y las mujeres se encargaban de cuidar de lxs hijxs, allí se origina el imperialismo, en la relación de dominio hombre sobre mujer, y desde allí todos los privilegios de la mujer son dados por establecer relaciones heterosexuales, en las que es el varón quien va a garantizar nuestra supervivencia.
La heterosexualidad separa a la mujer de otras mujeres, define a las mujeres a partir de los varones con quienes se relacionan, fuerza a las mujeres a competir entre ellas por los hombres, es por esto que las lesbianas deben rechazar el hecho de ser parte de la propiedad de los hombres y desarrollar estrategias políticas que pongan fin a esta dominación masculina. Y además, lograr que también la mujer heterosexual vea a la mujer lesbiana como ser político, no sólo como personas cuya elección sexual es distinta a la de ellas.
La publicación mensual de The Furies, no duró más de dos años pero sus postulaciones políticas han dejado una marca trascendental en el desarrollo del movimiento LGBT en Estados Unidos.
Me parece muy interesante este artículo, solo que ahondando en lo que nada que sabemos de la historia que nos precede, me gustaría decir que no ha sido precisamente “la división entre caza y cuidado infantil” lo que ha provocado la dominación, ya que considero bastante normal que en una sociedad hayan roles diferentes, los hombres podrian haberse dedicado a la caza, pero las mujeres eran las portadoras del conocimiento de la medicina, en su forma mas embrionaria, por su conocimiento de las hierbas que recogian, en su rol de recolectoras, ademas somos las mujeres quienes empezamos a practicar la agricultura y somos el origen de los primeros mecanismos de acumulación de bienes para la tribu… las diosas y los cultos eran en su origen femeninos y eran diosas con gran poder y seguimiento por parte del conjunto. LO QUE REALMENTE ORIGINA EL SOMETIMIENTO DE LAS MUJERES es una transformación muy lenta que tiene que ver con las guerras y apropiación de esas riquezas generadas por el trabajo femenino, ya que la caza en si misma, salvo los despojos de pieles y huesos, -que eran reinventados por las mujeres, peines, jabon, abrigos etc.- no era posible conservarse y se consumia en el momento… o sea, que en definitiva lo que hace al patriarcado lo que es, precisamente es la violenta apropiación de lo producido por parte de grupos guerreros… con dioses masculinos sangrientos, habria que investigar muy bien las razones de su origen que se pierden en la oscuridad de los tiempos… ya que es el patriarcado donde nace la palabra escrita, lo que ayuda a preservar la creación de una nueva concepción del mundo, insolidaria, violenta y depredadora… con dioses y consignas hechas a su imagen y semejanza… la mujer queda de esta forma marginada y esas grandes diosas, son absorvidas por el patriarcado dando otras formas a las mismas… las furias son un punto y aparte en esa cohorte de figuras femeninas, muy diferente a Demeter, la gran diosa de la naturaleza creadora, cuya hija es RAPTADA POR HADES, (curioso que sea un rapto el que marque la vida de la diosa madre), AFRODITA otra poderosa diosa griega, la esencia del erotismo sexual creador, vanalizada por los Romanos como una diosa del amor ocultando la realidad, vanalización que se mantiene en nuestros tiempos, ya que esta palabra en su origen tiene varias acepciones, y no solo la “romantica” o “picante” (segun el modo de ver romano) ambas formas con la que conocemos hoy dia este sentimiento… Por ello, me inclino ante este grupo que ha sabido ver un aspecto importante de la vertiente feminista, pero creo que tenemos que seguir profundizando en la oscuridad de nuestro pasado, para demostrar que las relaciones femeninas han sido son y será valores de integración, solidaridad y creación.