Por Sofía Espul
"En África empezó el viaje humano en el mundo. Desde allí emprendieron nuestros abuelos la conquista del planeta. Los diversos caminos fundaron diversos destinos, y el sol se ocupó del reparto de colores. Ahora las mujeres y los hombres, arcoiris de la tierra, tenemos más colores que el arcoiris del cielo; pero somos todxs africanos emigrados. Hasta lxs blancxs blanquísimos vienen de África. Quizás nos negamos a recordar nuestro origen común porque el racismo produce amnesia, o porque nos resulta imposible creer que en aquellos tiempos remotos el mundo entero era nuestro reino, inmenso mapa sin fronteras, y nuestras piernas eran el único pasaporte exigido." Eduardo Galeano, "Espejos"
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Un ejercicio que hacemos con muy poca frecuencia es revisar nuestra historia, nuestros orígenes, especialmente a la hora de emitir una opinión, o tan solo ante el simple hecho cotidiano de interpelar a alguien dudando de su legitimidad como “argentinx” por la sola razón de poseer un color de piel distinto al que estamos acostumbradxs.
Pero qué es la costumbre sino algo meramente impuesto, algo reproducido hasta el cansancio para formar un pensamiento hegemónico y homogéneo acerca de algún hecho, un ejercicio deliberadamente conocido como ingenuo y natural, pero que precisamente en su fin último esa ingenuidad es pura pantalla y lo que busca es formar opinión, sentar bases de lo natural/normal aceptado. En este caso, que lxs argentinxs tienen un determinado color de piel y rasgos, que hacen que hoy en día, particularmente en Buenos Aires nadie se pregunte si unx rubix de ojos celestes, o unx castaño de tez blanca es de nacionalidad argentina o no; pero sí sea motivo de gran inquietud, de miradas cómplices y murmullos si se tiene enfrente a una persona de tez negra, afrodescendiente.
Para encontrar el porqué de esas miradas y murmullos, de esas preguntas incómodas, de esos “apodos” calificativos que refieren a ellxs como ‘negrxs’ y muchos otros adjetivos que acompañan; debemos remitirnos a los orígenes de nuestro país y hacerlo de manera selectiva, teniendo en cuenta quién escribió esa historia que vamos a revisar.
Se nos ha dicho que nuestro país es un crisol de razas, desde la escuela primaria se hace hincapié en nuestros orígenes diversos, debido a las oleadas inmigratorias. ¿Pero cuál es la inmigración que aceptamos, aquella que no se cuestiona? Como bien sabemos es la europea. Todxs hemos escuchado historias contadas con orgullo acerca de cómo nuestrxs bisabuelxs, abuelxs o padres han llegado a la Argentina a “hacer patria”, y aquellos ‘primerxs’ inmigrantes no sin poco esfuerzo se han ganado un lugar y han logrado definir su identidad como argentinxs, sin ser discutidxs, sin importar quién o quiénes estaban en ese mismo suelo antes que ellxs, sin importar qué costumbres, rituales, dialectos, religiones se aniquilaban en pos del progreso, de “su” progreso, el de lxs europexs.
¿Pero qué pasó en las primeras oleadas migratorias que llegaron a todo el suelo americano? ¿Dónde quedaron todxs aquellxs que no eran europexs y que desde los siglos XV en adelante, habitan suelo argentino, que también tienen DNI argentino, que también SON argentinxs tan legítimos como cualquier otrx?
Aquellos colonizadores no vinieron solos, no fueron sólo europexs quienes pisaron estas tierras hace más de cinco siglos, en esos barcos también vino un gran número de nacidxs en el continente africano. Pero, y esta historia está repleta de peros, el rol que ocupaban para aquellxs europexs conquistadores era el de ser sus esclavxs, sus sirvientes, quienes estaban a cargo del cuidado de la casa y los niñxs o de hacer los trabajos forzados. Bajo esta inferioridad de condiciones, aquellas generaciones de afrodescendientes fueron haciéndose un lugar en este suelo, no sin menor protagonismo en las luchas por la independencia, en los avances de nuestro país tanto en lo social, económico y principalmente cultural. Están distribuidxs en distintas áreas del territorio americano, concentrados y mayormente visibilizadxs en lo que hoy conocemos como Brasil o Uruguay, pero también hay muchxs en Argentina, Bolivia, Chile y Perú.
Para hacer valer su legitimidad, para unirse en el reclamo de respeto de su identidad afroargentina, es que existe Agrupación Xangó (en la mitología, Xangó es un dios africano, reconocido principalmente por su credibilidad, decide sobre el bien y el mal. Justicia y rectitud son las virtudes que más caracterizan a esta entidad). Marcela, Tony y Alberto, cabe aclarar que este último es afrovenezolano; nos recibieron con los brazos abiertos en la sede que la organización tiene en la calle Ramón Carrillo, frente al Hospital Borda, en la ciudad de Buenos Aires.
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¿Qué fue lo que generó que decidan formar Agrupación Xangó y cuál es el eje de la organización?
Marcela: No fue algo puntual, nosotrxs desde chiquitxs estamos en esta lucha, es una cuestión de identidad, creemos que tenemos que visibilizarnos. Es algo histórico, Sarmiento, Mitre… prefirieron tener una Argentina blanca antes que tener una Argentina tal como es. Todxs fuimos creciendo con eso, nunca nadie te va a decir que Rivadavia, el primer Presidente, desciende de afros, me ha pasado de comentarlo y que me digan “ay no!, el presidente?!”. En todo el ámbito de la historia Argentina, en el arte, la cultura, el baile, la música; estamos muy invisibilizadxs.
Tony: Nunca se dijo que Cabral era negro, el que salvó al gran prócer argentino era afrodescendiente, los que peleaban eran lxs afros, si no morían en la guerra, morían por las pestes, eso siempre se ocultó.
Marcela: Se habla más de Brasil, Uruguay, acá es como que no existieron, pero tenés en toda América, hay afrobolivianxs, afrochilenxs, etc. Por ejemplo dentro de la cultura afroboliviana está aún vivo el último Rey de la cultura afro de América, es muy loco, lxs afrobolivianxs van a trabajar en las minas, Evo Morales lxs reconoce cuando llegó a la presidencia.
Tony: Sí, hay una comunidad muy grande que fue muy influyente en el desarrollo de la minería.
Marcela: En nuestro país hubo en todos lados, en la región de Cuyo, Santa Fe, Santiago del Estero; allí por ejemplo el pueblo de San Félix surge porque lxs patrones les regalan las tierras a sus esclavxs, 1800 leguas; en Salavina también territorio de Santiago del Estero, la población casi total era afro, hay todavía muchxs, pero acá no lxs identificamos, no te creen que sos de acá, todo el tiempo insisten, no lo tienen asimilado, se asimiló sólo la inmigración europea. Sarmiento la propulsó, pero nosotrxs estamos desde antes del 1700, era trata transatlántica, que comenzó en el Congo/Portugal en el Siglo XV, cuando vinieron a colonizar este continente, estamos acá desde hace mucho tiempo. Hoy hay algo que pide que seamos reconocidxs, es importante contar la verdadera historia. La influencia que tenemos por ejemplo en el tango, que proviene del tangó, significa “lugar donde bailan lxs negrxs”. La milonga surge cuando lxs blancxs pitucxs imitaban como bailaban lxs negrxs, lo mismo el malambo, la cueca, que viene de lxs afro peruanos; el nombre completo era la zamba cueca de la región de Cusco. Palabras también, por ejemplo quilombo, que en el lunfardo se distorsiona como lugar de barullo, para nosotrxs fue un lugar de lxs afros, era un refugio de lxs afro libertxs, donde en comunidad ellxs lograban pagar la libertad de otrxs afros.
Tony: Tenemos grandes compositores de tango afros, que la historia lxs ocultó, la primer bandoneonista fue negra, vivía en Montes de Oca al 200; andá a decirle a algún porteñx eso.
Alberto: El Tango en la parte moderna tiene que decir que sí le pertenece a Argentina, pero lxs negrxs danzantes eran lxs que realmente bailaban, acá modifican esa danza y se lo ponen a su género, incorporan su estilo, con cuchillos y otra actitud. El del negro era una danza para expresar su cuerpo. Todo tiene que ver con la cultura, un hombre sin cultura no tiene patria ni madre.
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¿En qué situaciones sienten o creen que su cultura se ve afectada, invisibilizada?
Marcela: Ya desde la palabra negro y cómo se desdibuja su uso: “negro villero”, “negro de mierda”, “día negro”, etc; son todas apreciaciones o denominaciones que nos puso el colonizador para identificarnos.
Tony: Esa reproducción de significado viene entre la familia.
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¿Es esto lo que lxs convoca en esta lucha?
Alberto: Yo siempre peleo, yo soy negro y peleo por los derechos del negro, en las secundarias es mi pelea fuerte, doy historia de la danza en dos secundarios de Ezeiza. En el sur del Gran Buenos Aires es fuerte la discriminación.
Marcela: Hay partes en que no se ven muchxs afros, está bueno que vean que estamos, a nosotrxs nos interesa revalorizar, visibilizar y reivindicar la historia. Por ejemplo en Ensenada y Dock Sud hubo afros, son más vistos pero depende adónde vayas. El conurbano es difícil, hay que acostumbrar a las personas, si ponés en un libro que existimos, lo vamos a ver como normal.
A Brasil le costó incluir la literatura afro en la educación, es un proceso lento. Recién ahora Argentina trata de ver o de entender de que lo afroargentinx existe, en Uruguay y Brasil es algo que siempre se vió. En las telenovelas brasileras siempre la negra era la que limpiaba, ahora recién se le ha ido dando otro rol. Se trata de mostrar otra cara, porque en la cara que el colonizador mostró, éramos siempre sirvientes. Lo primero es la educación, que empieza por casa y la escuela es una continuidad, empieza por lxs que vamos a ser docentes- Marcela está estudiando para docente- ya no por lxs que están, está en nosotrxs enseñarles otra historia, cada vez hay mas pibes afros en las escuelas, no está bueno que mis hijos me digan que se sienten incómodxs, está bueno que el docente pueda manejar la situación.
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¿Qué se celebra el 8 de noviembre y por qué ese día?
Marcela: El 8 de noviembre es el “Día Nacional de lxs Afroargentinos y de la Cultura Afro”, establecido por la Ley 26.852 sancionada en el 2013 y promovida por la Agrupación Xangó y otras organizaciones integrantes de la Asamblea Permanente de Organizaciones Afrodescendientes de Argentina (Apoaa). Es el primer reconocimiento legislativo de carácter nacional hacia lxs afrodescendientes. Se eligió esta fecha porque corresponde al día de la muerte de María Remedios del Valle, la Afroargentina llamada por las huestes revolucionarias “Madre de la Patria”, a quien el General Manuel Belgrano le dió el grado de capitana por su arrojo y valor. Participó en las batallas de El Desaguadero, Salta, Vilcapugio y Ayohuma.
Marcela, Tony y Alberto son referentes de esta lucha, desde distintos espacios y roles que desempeñan en la Agrupación como también desde los roles que desempeñan en la calle y en sus espacios cotidianos. Ponerse al frente de esta lucha implica aceptar las desventajas en que la historia ha dejado al afrodescendiente y aún más al afro argentinx, y conscientes de eso pelear, y pelear mucho para reivindicar no sólo su cultura, su historia, sino la de todo un país, la nuestra, la Argentina. Como bien decía Alberto, una persona sin cultura no tiene patria. Pero esa patria tampoco existirá nunca como tal si está sentada sobre bases ficticias, impuestas; la nuestra es una patria que necesita ser reconstruida, reafirmada; y allí dicen presente los integrantes de Xangó y allí deberíamos decir presente cada unx de nosotrxs.
Ph: Florencia Di Tullio
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