A Romina Risueño la conocimos en el 30 Encuentro Nacional de Mujeres de Mar del Plata, mientras estábamos frente a la catedral colmada de nuestros cuerpos, en lo que sería un recuerdo imborrable de nuestra concurrencia en los ENM. Allí en medio de la euforia del aquelarre nos comentó de su obra -que ya conocíamos desde antes- y ahí mismo la invitamos a sumarse al colectivo furioso cuando quisiera comunicar con su poesía ilustrada.
Este ir y venir de inquietudes, luchas y pensamientos compartidos hoy nos vuelve a juntar, y ante la represión que sufrió el viernes la murga de la villa 1-11-14 del Bajo Flores nos escribió gritando su voz.
La ilustración hablaba por sí misma, pero decidimos ponerle un breve relato de lo acontecido. Entre muchas cosas que leímos en los medios de comunicación en estos días, la palabra de Carlos se llena de significancia.
Lxs chicxs no mienten
“Hace 2 años que bailo para divertirme en la murga de mi barrio, la villa 1-11-14, pero el viernes me asusté mucho, cuando nos dispararon a mí y a todos mis amigos. Yo sentí un golpe en la cabeza y otro en la pierna, que al final eran dos balas de goma… Por eso, ayer al mediodía, cuando pasé caminando por adelante de un señor de Gendarmería, le pregunté: ‘¿Por qué me tiraron a mí, que tengo 8 años nada más?’. Y ahí nomás, me respondió: ‘Tomatela, pendejo de mierda, porque la próxima te reventamos la cabeza”.
Carlos Ariel Sulca,
8 años,
2 balazos de goma.
Fuente: La garganta poderosa
Imagen: Romina Risueño
Facebook: Romilustraciones
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