Ofrendando presentes al devenir

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El viernes 29 de abril se presentó en el CELCIT (Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral) el último libro de Claudia Quiroga, “Poéticas de la Re Existencia. Teatro Artivista”. Pensar las territorialidades como espacios políticos que devienen escenarios públicos y privados de transformaciones de cuerpos colectivos y personales a partir de la reflexión en clave de perspectiva de género es el núcleo de este libro que convida obras teatrales de la autora y conceptualizaciones de los tiempos que venimos construyendo.

Por Paula Daporta

En una de las diversas dimensiones en las que vamos (y venimos) siendo atravesades por estas páginas, podemos habernos encontrado una antología de una dramaturga que decide situarse y darse bordes en un recorte espacio temporal sensible específico. Por otro lado, puede que nos hayamos visto buscando y reconociéndonos en los diversos contextos y episodios que dan lugar y forma a esa misma obra. Podemos haber ido danzando entre uno y otro recorrido, sabiendo de las reciprocidades que hacen de los contextos a las obras y de las obras a los contextos.

Siento que movernos en el plano de estas reciprocidades se constituye en una de las posibles llaves para cartografiar las territorialidades que van aconteciendo.

Territorio geográfico y territorio cuerpo. Territorio escenario. Territorio cotidianidad. Literalidad y metáfora. Materia y alma.

El libro puede pensarse como una búsqueda multidimensional y sensorial de territorios cartografiados en un recorrido personal que acontece en la inmensidad de las historias que nos antecedieron, las que están por venir y una cotidianidad presente que tiene la potencia de ser territorio consciente de enlaces de tiempos y mundos a partir del arte como acontecimiento colectivo y profundamente político.

La conceptualización en términos de RESISTENCIAS y RE EXISTENCIAS puede ser una de las llaves para ir danzando en estas reciprocidades y enlaces que son la marca subjetiva de Clo en sus haSeres, explícitamente en este libro.

En los últimos años en Argentina a partir del grito colectivo de #NIUNAMENOS #VIVASNOSQUEREMOS hemos puesto en agenda las violencias hacia las mujeres y comunidad lgtbq+. En el escenario público nos hemos compartido en las marcas de nuestros dolores, nos reflejamos en cada una de las compañeras cuya voz resonó en nuestras historias. Nos compartimos en lucha, resistiendo, dando(nos) cuenta de las condiciones de opresión. Trayendolas a consciencia y presencia. Nos reconocimos víctimas al tiempo que también sujetas de la historia. La presencia de las vulnerabilidades nos dio formas colectivas. No estamos solas. JUNTAS SOMOS, resistiendo y dando existencias nuevas frente a modos de vida que naturalizan las violencias en las que se sostiene el sistema capitalista en términos de relaciones sociales de producción y subjetivación.

Salimos de los escenarios privados de nuestras existencias a encontrarnos a escenarios públicos diversos. Nos hicimos presentes. Nos vimos. Porque al mirar el escenario entero, nos vimos a nosotras mismas. y en ese mismo momento además de luchar aprendimos a re existir. En la ruptura de la salida a escena nos encontramos haSiendo nuevas cartografías de nuestros y nuevos territorios. No hay ruptura ni linealidades. Vamos siendo en enlaces y reciprocidades que se gestan en la creatividad de mundos nuevos, nuevos escenarios.

Reconocer en estas tramas al arte y el artivismo como experiencias creativas no sólo en términos artísticos sino como modo de re existencias donde la creatividad viene a manifestar nuevas formas afectivas de vincularnos con el ambiente, las personas y nosotres mismes. Cuidado y autocuidados colectivos. Los territorios como anclajes físicos, simbólicos y espirituales para rehaSer una teatralidad bruja.

Resuenan esperanzas sobre la potencia y el devenir de las transformaciones creativas y afectivas que han ido generando aperturas en términos de reciprocidades entre los diversos escenarios de las vidas privadas y las públicas; de los escenarios y producciones artísticas y los escenarios de nuestras cotidianidades.

Los desafíos irán encontrándonos en las posibilidades de enlaces y reciprocidades que pongan en movimiento las resistencias y re existencias de una manera estructural.

Teatros activistas para ofrendar escenarios donde ir construyendo representaciones que no son más que esas existencias que pulsan por ser más que sobrevivientes de una cultura hegemónica de violencia y dominación. El escenario, teatro o vía pública, territorio para ir garabateando lo que vamos deseando. Ahí, en lo que estamos cartografiando y construyendo.

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