El derecho a pujar
Por Valeria Tellechea
“Pujamos porque para cambiar al mundo, primero debemos cambiar la forma de nacer”
Michel Odent
Puja s. f. Esfuerzo que hace una persona para realizar, conseguir o continuar una cosa venciendo todas las dificultades y obstáculos. Pujamos porque creemos en el parto como un proceso de empoderamiento. Porque buscamos la recuperación del protagonismo de las mujeres, la libre elección, el respeto a la individualidad y diferencias de cada una. Pujamos para que parir sea un acto libre y placentero. Pujamos para que no haya prácticas violentas e innecesarias sobre la madre ni sobre su hijx, funcionales al sistema de salud.
Como todo proyecto, ésta es la forma en la que nace y se manifiesta el Colectivo Puja, basado en sus inicios en un reportaje fotográfico de Valeria Álvarez, Nicolás Carvalho, Mariana Morena y Ana Luz Sanz, en un taller dictado por la Sub Cooperativa de fotógrafxs. En este proceso es que comienzan a pensar que no bastaba con las fotos, que había que contar algo más. Es allí que se une el director Maxime Boniface y el guionista Carlos Cantini, entre otras tantas personas. El resultado es un documental de 30 minutos donde mujeres, personal de salud, referentes del parto respetado, se encuentran para dar testimonio de cómo fue cambiando la forma de parir y cómo llegamos a una sino la violencia más invisibilizada, callada y naturalizada: la violencia obstétrica.
¿Y por qué la violencia obstétrica es la más invisibilizada? Cada día, cada hora y en cada rincón de nuestro país una persona nace. Para que esa situación sea posible, es necesario un método que permita hacerlo de manera fácil y rápida. En esa necesidad, no están contempladas ni las mujeres ni los bebés que acaban de nacer. La industrialización del parto ha sido un cambio en el paradigma en que las mujeres dan a luz. ¿Y quién se lleva la peor parte? “Lo más violento de la violencia obstétrica es sobre los bebés. Cuando un niño nace se lo somete a una serie de intervenciones rutinarias, cruentas, innecesarias y dañinas. Estamos violentando a todos los niños que nacen”, sentencia sin duda alguna en el documental Raquel Schallman, partera egresada de la Universidad de Buenos Aires y co-fundadora de la ong Dando a Luz, por un parto respetado y seguro.
“Nacer es entrar al mundo de los microbios, que son buenos, necesarios y familiares para la supervivencia humana”. En esta simple frase, Michel Odent, obstetra francés y defensor del parto natural, nos explica que es este proceso el que permite que el bebé se familiarice con su llegada al mundo de la forma más sana. Sin embargo, frente a ello, la realidad nos golpea fuerte: el porcentaje de cesáreas ha ido en aumento, superando el 80% en instituciones privadas y el 50% en hospitales públicos. El miedo, la desinformación y la naturalización de estos procesos no hace más que continuar con este círculo en donde las parturientas no son más que números.
Este proyecto es además una experiencia personal, Puja se convierte también en un motor de preguntas. Para Ana Luz Sanz, su productora, “Puja significa haber reflexionado sobre algo que me pasó en el 2005 cuando nació Santiago, mi primer hijo, porque viví violencia obstétrica y quizás en ese momento me costó entender lo que había pasado. A medida que me fui informando me di cuenta que era un tema bastante poco conocido, que ocurría muy a menudo y que sin embargo no se hablaba y a la vez pensando que no es casual todo lo que pasa a una mujer en esa situación; algo que parecía tener que ver con una práctica, un hecho concreto, era solo la punta del iceberg, que detrás de la violencia obstétrica hay un sistema patriarcal con valores enfocados en la ganancia de un sector y no en la felicidad de todxs. Tenemos que revisar por qué cambió tanto en estos últimos 50 años la manera de nacer y pensar por qué nos da tanto miedo el parto, o el parto en casa, cuando en la institución pasan cosas totalmente aberrantes. No es mala praxis, no es una situación, es una cultura de cómo se trata a la mujer y a las familias en un determinado sistema económico”.
¿Cuál es entonces la respuesta frente a esta situación? Puja es un recorrido obligado sobre las formas de esta violencia, cómo es institucionalizada e industrializada y, casi sin notarlo, cómo se instaura en nuestras mentes y nuestras creencias que entendemos el proceso del parto como un momento necesariamente medicalizado, donde muchos sino todos los métodos médicos que se utilizan poco y nada tienen que ver con el cuerpo y los procesos naturales del parto. Puja nos plantea una nueva forma de pensarnos frente al parto, a que sea promulgada la ley de parto respetado, a poder elegir sobre los métodos, las formas y las prácticas, a decidir sobre nuestros propios cuerpos, a ser protagonistas, a ser una entre todas.
Imagen: Colectivo Puja
Dossier Especial – Violencia Obstétrica
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