Donde hay una necesidad ¿nace un derecho?

trabajo del personal de casas particulares
Compartir

Por Sandra Hoyos, Colectivo de Identidad Marrón

Hace 7 años, el 3 de abril de 2013 se sancionó la Ley N° 26.84 que regula el trabajo del personal de casas particulares. Esa es la denominación utilizada para referirse a las personas que realizan actividades de limpieza, mantenimiento y de cuidado en hogares de forma remunerada.
No se habla ni de la que limpia, ni la doméstica, ni la muchacha, ni la que viene por hora, no es la que ayuda, ni tampoco la que da una mano, ni la mucama, ni tampoco la servidumbre.
Sin embargo desde el inicio del aislamiento por el COVID-19 y a propósito de la suspensión de les trabajadores que no realizan tareas esenciales, pudimos conocer por medio de las redes sociales situaciones que nos indignaron y causaron la crítica de diferentes sectores.

Resulta que muchas trabajadoras de casas particulares (TCP) estaban yendo a trabajar en en medio de una pandemia internacional, ya que sus empleadores las consideran personal esencial. Una trabajadora fue escondida en el baúl del auto de un empresario de Tandil, pretendió ingresarla al country donde vive. Otras tantas como la empleada de una actriz reconocida fue filmada impunemente, en medio del aislamiento preventivo y obligatorio, mientras decía que no le quedó otra que quedarse en la casa de su empleadora. A pesar de los derechos adquiridos enunciados en la ley sancionada en 2013, las trabajadoras de casas particulares (trabajadoras con A) porque ellas representan el 97% del total de trabajadores de este sector.

En este marco de emergencia sanitaria es a las trabajadoras que se les exige estar, es a ellas a las que se reclama que estén garantizando la limpieza de los hogares donde están empleadas.

Según el informe de Economía Feminta en base a la EPH del segundo semestre de 2019, el trabajo en casas particulares tiene en su haber el 75% de informalidad, es decir que esas trabajadoras no cuentan con derechos laborales, ni beneficios previsionales, ni cobertura de salud. Este trabajo es una de las principales actividades económicas que se lleva adelante en todo el país, y es a su vez, el que cuenta con los mayores niveles de informalidad, le sigue con el 65% el sector de la construcción.
En nuestro país 920.000 personas se dedican al trabajo en casas particulares o servicio doméstico. Del total de trabajadoras el 73,5% no percibe descuento jubilatorio, 69,2% no cuenta con vacaciones pagas, un 68,1% no percibe aguinaldos, un 72,2% no percibe el pago en caso de enfermedad, y un 72,6% no cuenta con cobertura de salud mediante obra social (Shokida: 2020).

Las TCP cuentan con los ingresos más bajos entre las principales actividades económicas del país, son las que perciben los salarios más bajos. En el sitio web del sindicato de TCP, un organismo fuertemente cuestionado por sus dudosos convenios y acuerdos salariales para las trabajadoras, describe el monto de los salarios de las 5 categorías de las TCP. Hasta el 29 de febrero la categoría más baja según convenio percibía $134 la hora y la mejor posicionada $177.

A partir del 1° de marzo el salario por hora es de $139.50 para una trabajadora que realiza tareas de limpieza, lavado, planchado, mantenimiento, elaboración y cocción de comidas y, en general, toda otra tarea típica del hogar; por estas tareas puede llegar a cobrar trabajando 8 horas diarias de lunes a sábado la exorbitante suma de $17.150 al mes.
A pesar de la ley 26.844, de los 77 artículos que la conforman el trabajo en casas particulares goza de los mayores niveles de precarización, informalidad, destrato y desvalorización, no solo de la tarea sino de las personas que la realizan.

¿Quienes son esas trabajadoras?

Si observamos las cifras, si entendemos que esas trabajadoras son las que tienen los salarios más bajos de las actividades principales, si conocemos que ellas tienen los más bajos niveles educativos, que son las que cuentan con los mayores niveles de informalidad y precarización laboral.
También podemos saber que esas trabajadoras pertenecen a los sectores con menos poder adquisitivo y que no cuentan con niveles de profesionalización.

No contar con recursos aptos para ingresar al mercado laboral, con escasa o nula formación hace que la demanda para puestos mejores pagos la ocupan quienes sí tienen acceso y quienes no, quedan relegades a puestos mal pagos y poco valorados.

Ilustración: Flora Nómada.

¿Quienes son parte de esa población?

Son las personas que quedan al margen, en las periferias, las que están más expuestas a las crisis de todo tipo: las sociales, las económicas y las sanitarias.

Son las que intentamos nombrar cada vez que participamos de una charla, un conversatorio, una muestra o un posteo en redes sociales.
Son quienes viven en los barrios más empobrecidos del conurbano, son las migrantes, las villeras.
Ellas. A las que se les exige ir a trabajar son las marrones, las que solemos visibilizar en nuestro colectivo antirracista, porque son nuestras madres hermanas, somos nosotras, nuestras vecinas.

Hoy es 3 de abril, el día de la Trabajadora de Casas Particulares, se definió así para recordar que se cumple un año más de la sanción de la ley que debería protegerlas.
Hace un año atrás, una nota de La Nazión titulaba “¿El 3 de abril se le paga doble a la empleada doméstica?”.
Dando por hecho que a pesar de ser un día no laborable, de la servidumbre no se puede prescindir. No significa nada el 3 de abril para quien emplea, sólo importa cuánto le puede costar el chiste del día feriado.
En la página del sindicato de TCP informan que el Ingreso Familiar de Emergencia de $10.000 dispuesto por el gobierno nacional de ninguna manera constituye un reemplazo del salario.
¿Digame ud. qué podemos sacar como conclusión?¿Acaso hay empleadores que no piensan pagarle a las Trabajadoras de Casas Particulares los días que le corresponde por estar respetando el aislamiento obligatorio y preventivo para preservar la salud de la población?

Así como decimos que el 8 de marzo no queremos flores ni bombones o como dicen les trabajadores de la salud no queremos aplausos queremos salarios dignos, hoy nos preguntamos ¿Qué tienen para decir las trabajadoras de casas particulares?

Para la trabajadoras de casas particulares derechos ya!

#Indomésticas

#IdentidadMarrón

Ilustración: Flora Nómada (Colectivo de Identidad Marrón)

Commentarios de Facebook

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ceres Elementos Naturales
borde gris top
Contenido relacionado
Contenido relacionado
Las marcas del fuego

Las marcas del fuego

La crisis climática genera más frecuentes y más extensas temporadas de incendios forestales, y la Patagonia es una de las regiones más golpeadas. En marzo de 2021 una tormenta de fuego en Chubut cambió la vida de miles de personas. Andrea Depetri es una de ellas