Por Susana Salina
Octubre fue un mes de conmemoraciones. Siguiendo el orden numérico, un nuevo fue asesinado Ernesto Guevara y el doce se festejó el día de la Diversidad Cultural Americana, que según figura en la página oficial del Ministerio de Desarrollo Social de la Presidencia de la Nación, esta última fecha se trata de un día donde se promueve la reflexión y el diálogo intercultural acerca de los Derechos Humanos de los pueblos originarios, para construir entre todos una sociedad más justa y democrática. En diálogo con Félix Díaz, el qarashe (representante) de la comunidad Potae Napocna, La Primavera, de Formosa; habla sobre esas dos cuestiones: la situación de los Derechos Humanos del pueblo originario qom y el Che Guevara.
¿Cambió en algo la situación de la comunidad a partir de los reclamos que hicieron hasta llegar al acampe en Buenos Aires?
No, todo continúa igual a pesar de nuestra participación en la mesa de diálogo, impulsada por el Gobierno Nacional e iniciada en mayo de 2011, y de la resolución favorable sobre la medida cautelar otorgada a nuestra comunidad, por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Seguimos recibiendo distintas agresiones. Aún no contamos con los medios para poder resolver los problemas del acceso al agua, salud y D.N.I. Nuestra preocupación sigue siendo esa falta de voluntad política que existe por parte de los Estados: nacional, por un lado y provincial, por el otro, para intentar resolver las problemáticas que mencioné. Lo único que obtenemos de ellos son castigos, por el solo hecho de exigir que se apliquen los derechos constitucionales que los pueblos indígenas han logrado a través de muchas luchas, para ser incluidos en las leyes, porque creyeron que así se podía parar la discriminación que venimos sufriendo desde que se creó el país.
Tanto el Estado Nacional como el provincial nos tildan de opositores cuando reclamamos y esa es la mirada que prima más que la de los derechos humanos. Durante todos estos años hemos padecido la falta de justicia; es terrible vivir una vida tan injusta, debería ser de otra manera, porque ya han pasado más de 500 años desde que se comenzó a practicar el despojo de nuestras tierras, las violaciones, persecuciones y asesinatos que sufrimos desde 1.492.
Los gobiernos han silenciado nuestras voces a través de la negación de nuestras facultades: de poder denunciar, reclamar, manifestarnos y hablar libremente. Entonces hoy, vemos que a pesar de los derechos ya adquiridos, estamos en la misma situación; porque ellos que han creados las leyes para garantizar las existencia de los pueblos indígenas, no solo no las aplican sino que, lastimosamente, las violan.
Pasan los presidentes, estudian una y otra vez nuestra situación de vida, cuando la conocen, asumen otros. Así, transcurren décadas sin que los pueblos indígenas tengan la posibilidad de discutir una política integral y participativa, donde podamos reflejar una propuesta propia.
La Tierra madre que nos parió
¿En qué estado está la demanda por la devolución de las tierras ancestrales?
Hasta ahora, no hay tal devolución. Nuestra comunidad está compuesta por 850 familias, alrededor de 4.200 personas. En agosto de 2011, a fin de cumplir con lo solicitado por el Gobierno nacional, en la mesa de diálogo, nos sometimos a elecciones donde fui elegido qarashe; y se nos otorgó la personería jurídica. Luego, la comunidad pasó a estar inscripta en el Registro Nacional de Comunidades Indígenas (Re.Na.Ci) del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI). Cumplimos con todos los pasos exigidos para que nos reconozcan. Sin embargo, aún existen dificultades para el ejercicio de nuestra personería jurídica, a raíz de la falta de disolución de la Asociación Civil que, en 1985, la provincia de Formosa, le transfirió en propiedad comunitaria 5.187 hectáreas. Lo triste de todo esto, es que el Gobierno Provincial no acepta la personería otorgada por el Gobierno Nacional y la asociación retiene la titularidad sobre parte de nuestro territorio.
Es imperioso contar con la tierra, tenga la extensión que tenga, para nosotros es una sola. Ella, significa la vida misma. Allí trabajamos comunitariamente, en familia; nuestros cazadores, recolectores y pescadores mantienen una relación estrecha con la naturaleza.
La mirada que tiene el pueblo qom, es que todo el espacio físico que nos rodea, son seres existentes, es vida. El agua, por ejemplo, es vida; porque es la que nos sostienen, si uno no consume agua, la vida de todos los seres se desvanece. Es necesario respirar el aire, pisar la tierra; el contacto con la naturaleza es lo que nos da energía, por eso es importante tener ese espacio físico que se dice territorio, porque es la esencia misma de la vida. Nosotros no vemos a los recursos naturales como recursos económicos, o recursos comerciales; sino como algo que sirve para satisfacer las necesidades del pueblo. Muchas veces nos acusan de haraganes o inútiles, por vernos pobres en cuestiones materiales. Sin embargo, nos sentimos ricos y afortunados por tener esta vida sana de poder recorrer el territorio libremente, porque ahí reside la fortaleza física y espiritual del pueblo qom. Sin monte, vivimos condenados a la pobreza; estamos mutilados, porque nuestra integridad y espiritualidad se basa en la conexión con el resto de los seres que allí habitan. Por eso luchamos, para que el Estado nos devuelva ese territorio, que es nuestra vida, que la llamamos Madre Tierra, porque ella es la que nos cobija día a día, la que nos brinda el sol, el aire, el agua, los alimentos; porque en ella nos asentamos en familia, en nuestros ranchitos.
El método Insfrán
¿Cuál es, específicamente, la problemática que tienen con el agua, la salud y los D.N.I?
El agua la sacamos de los esteros, que solo se llenan por la lluvia y, cuando eso sucede, es toda una diversión para la comunidad, porque significa aliviar nuestra sed. Pero el gobernador llena de propaganda política, que sale por todos los medios, inaugurando obras para llevar agua a los indígenas y así se cree, engañosamente, que todo está solucionado.
En lo relacionado a la salud, cuando un hermano indígena se enferma, se lo traslada a Formosa, porque en la zona de Laguna Blanca, cercana a la comunidad, donde funciona como hospital de cabecera -que además es donde vive el gobernador- no hay ni siquiera medicamentos para la atención. Hay profesionales, pero no hay recursos y, si un qom se enferma gravemente, por lo general, regresa en un cajón. Cuando queremos denunciar estas cosas, los mismos médicos argumentan que las muertes se produjeron porque las personas no asistieron a tiempo, que la culpa es del indígena que abandona los tratamientos. Los certificados de defunción dicen que la causa de la muerte es natural, o por un paro cardíaco; nunca detallan que es a causa de desnutrición, tuberculosis o por abandono de persona.
Otro tema crucial, tiene que ver con los D.N.I., porque para la época de elecciones, se naturaliza como práctica que gente relacionada al Gobierno Provincial secuestre los documentos de los indígenas y también los haga desaparecer. Cuando los hermanos van a realizar el trámite de actualización de datos, para obtener un nuevo ejemplar, se los niegan. Hay casos tramitados que llevan 5 años demorados y eso se hace a sabiendas de que esa persona no simpatiza con el gobernador, entonces es mejor que no tenga el D.N.I., para que sea un voto menos, en contra. Reponerlo cuesta entre $50 a $ 80, y tiene un plazo de duración de un año. Sucede entonces, que cada año se debe pagar esa cifra y no contamos con ese dinero. Esto también lo hemos denunciado, y han venido funcionarios nacionales, del Ministerio de Desarrollo Social, con cajas de documentos para repartir; pero el Gobierno Provincial no los quiere entregar, porque nos consideran indígenas rebeldes, por el solo hecho de no responder a su política. Tengo un nieto de 11 años que no tiene D.N.I., hizo el trámite el año pasado y aún no se lo entregaron. El documento de identidad es una exigencia de las instituciones para cualquier trámite que se desee realizar, por eso mi nieto es analfabeto, no lo podemos anotar en la escuela.
El Che Guevara
¿Qué hay para rescatar en este tiempo de lucha y resistencia?
La solidaridad, por un lado. Porque en Argentina hay muchas personas buenas, que sin ocupar cargos públicos nos acompañan y nos brindan su apoyo cuando más lo necesitamos.
La hipocresía, por otro. Eso lo percibo cuando muchas veces veo la imagen del Che Guevara, con su boina y su cigarro, utilizada como un comercio. Él fue un revolucionario que hizo mucho bien, demostrando su capacidad de querer cambiar las cosas, no luchó para ganar dinero, sino en contra de las injusticias. Los comerciantes utilizan su figura para acumular plata, y no miran el corazón del Che, eso lo considero una falta de respeto. También, es una falta de respeto que alguien se ponga una remera y, por el solo hecho de llevar su imagen, simulen ser revolucionarios, miran para un costado cuando sufre un hermano, un amigo, un compañero… Sin embargo, la revolución es defender la vida, darle valor a la vida misma. No podemos ser egoístas y querer ponernos en una postura de revolucionarios y más aún cuando se están violando los derechos de los demás, ser cómplices mediante el silencio.
El mensaje
“Nosotros queremos ser parte de esta sociedad, que se tenga en cuenta nuestra propia identidad, lengua, valores y forma de pensar. Queremos que se respete la cosmovisión heredada de nuestros ancestros. Ellos, que a pesar de las campañas de exterminio hacia los pueblos indígenas, han resistido; lograron sobrevivir y esquivar la muerte que fue ordenada. Quedó demostrado que somos portadores de una historia de lucha y resistencia; que honraremos, sin desafiar a los poderes políticos y militares, porque tenemos la capacidad de respeto hacia la vida. Solo nos hemos defendido para proteger a nuestras familias, eso lo han tergiversado señalándonos como salvajes y asesinos, para justificar las persecuciones hacia los pueblos indígenas en los diferentes rincones del país. Queremos ser nuestros propios voceros, sin intermediarios, para hablar de los que nos pasa, porque conocemos de nuestro sufrimiento: la triste realidad que padecemos día a día, las muertes por tuberculosis, neumonía… Enfermedades que para el resto de la sociedad, está superada. No podemos continuar padeciendo la falta del acceso al agua, la salud, y de la falta de oportunidades laborales: elementos que son indispensables para que cualquier ser humano se pueda desarrollar como persona”, concluyó Félix.
El 21 de abril de 2011 la CIDH otorgó medidas cautelares a favor de los miembros de la comunidad indígena Qom Navogoh, “La Primavera”, en la Provincia de Formosa, Argentina. La solicitud de medidas cautelares alega que miembros de las fuerzas de seguridad habrían perpetrado una serie de hechos de violencia contra los miembros de la comunidad, a raíz de lo cual el líder Félix Díaz y su familia debieron desplazarse a otra zona. Los solicitantes informaron que los agresores continuarían custodiando el área, creando un clima de tensión entre los pobladores. Añadieron asimismo que no se habían implementado medidas de seguridad para permitir el regreso de Félix Díaz y su familia. La Comisión Interamericana solicitó al Estado de Argentina adoptar las medidas necesarias para garantizar la vida y la integridad física de los miembros de la comunidad indígena Qom Navogoh, “La Primavera”, contra posibles amenazas, agresiones u hostigamientos por parte de miembros de la policía, la fuerza pública u otros agentes estatales, así como también implementar las medidas necesarias para el retorno de Félix Díaz y su familia a la comunidad en condiciones de seguridad. (Fuente: Organización de los Estados Americanos).
Nota fuertìsima ,desarrollada con claridad y poniendo en claro que tanto el Gobierno Nacional ,como El Provincial no quieren cambiar nada , que La Justicia no es ciega y siempre mira para un mismo lado.Estoy orgulloso de vos , de como escribìs , de tu sensibilidad y tu retobado modo de vivir la vida , siempre gritando , hablando , riendo y llorando : ¡¡¡¡¡¡¡Libertad!!!!!!!!!