Por Valeria Tellechea
Alguna vez se habló en estas páginas sobre un grupo de mujeres artistas de armas tomar, las Guerrilla Girls, quienes refugiadas (y empoderadas también) detrás de máscaras de gorilas, intentan denunciar en los museos más importantes del mundo que el arte suele contar solo una parte de la historia, caracterizada por la mirada del varón blanco y masculino. Desequilibrio que intenta ser modificado, vacilación puesta en jaque.
Las intenciones de estas mujeres son siempre claras: irrumpir en cuanta oportunidad se les presente, sean museos, universidades, exposiciones, para mostrar al mundo que las mujeres artistas también tienen voz. Intervienen con stencils, films, imágenes de todo tipo. Todo sea para no pasar desapercibidas y que su mensaje sea escuchado.
Sin irnos tan lejos, por los pagos platenses, en una antigua y acogedora casa cultural llamada C’est la Vie, el domingo 24 de junio se juntaron 50 artistas mujeres con un solo propósito: evolucionar. Sin esperar aparecer en un gran museo y, bajo el nombre de “50 mujeres muestran: Metamorfosis”, cada una dio su particular mirada frente a la idea del cambio, del movimiento, de la mutación. En el evento, participaron esas mujeres que nos brindan de manera desinteresada su arte en nuestra revista. Anabel Saldaqui, Florencia Ortega e Ivana Rinomo dieron su particular e inconfundible visión acerca de lo que para ellas implica un concepto en constante movimiento.
Cada una con su técnica, como el resto de todas esas mujeres, construyeron en conjunto un espacio que, aunque la intención pueda o no parecerse a la de aquellas guerrilleras, demostró lo que muchas mujeres juntas pueden hacer.
El evento nació como una idea, el año pasado, de juntar artistas que se conozcan entre sí, tejer una red sin más que el amor al arte. Aquel evento temático de “Rayas”, se convirtió esta vez en, justamente, eso que buscaban mostrar: la “Metamorfosis”. A través de la música, del origami, la fotografía, el body painting, el maquillaje artístico, cuadros y esculturas, esta vez fueron muchas más, quizás por sentirse más cómodas en una búsqueda más compleja, quizás porque la red se tejió más firme. Sea cual sea el motivo original y, quizás hasta sin buscarlo, el evento también significó un desequilibrio, una intención de irrumpir y mostrar un mensaje.
Muchas veces, aunque signifiquemos de una determinada manera, hay una resignificación desde el otro lado, de aquel o aquella que interviene con su mirada, con sus vivencias, con sus propias experiencias y también con sus propias mutaciones.
¿Es entonces la misma intención la que une a todas estas artistas con aquellas Guerrillas? Tal vez no importe tanto en este caso, pues así lo significamos. Y quizás, sin querer, así lo resignifiquen ellas.
Este es un pequeño agradecimiento a Ivana, Anabel, Florencia, Paula, Pamela, Inés y a todas nuestras artistas que nos brindan mucho más que sus trabajos.
hola también soy artista plástica y me gustaría contactarme con otras artistas,gracias.