Por Susana Salina
El agua, según la Organización Mundial de la Salud, es fundamental para la vida y la salud. La realización del derecho humano a disponer de agua es imprescindible para llevar una vida saludable, que respete la dignidad humana. Es un requisito para la realización de todos los demás derechos humanos.
Sin embargo, para que la comunidad originaria Potae Napocna Navogoh (La Primavera), de la provincia de Formosa, tenga acceso a tan imprescindible derecho, sus integrantes deben elevar un rezo. Las lluvias son las únicas responsables de la provisión de la vital sustancia. Las elevadas temperaturas que azoran a gran parte del país y en particular el nordeste, hacen que ellas, brillen al compás del sol por su ausencia.
Cuando por fortuna las precipitaciones aparecen, el agua acumulada la deben extraer de una fosa cercana a sus viviendas. De esa cavidad, que se encuentra a la intemperie, receptora de todo tipo de inmundicias y bichos; en medio de un camino improvisado a machetes y rodeado de pastizales, se proveen de un líquido, que para nada es cristalino.
A pesar de ello, los integrantes de la comunidad se lamentan porque las altas temperaturas hacen que lo acumulado en la acequia, comience a escasear. La única guarida que logran, para protegerse del sol y el calor, son los árboles, hasta que aparecen los mosquitos, que como vampiros desesperados se lanzan a la persecución de sus víctimas.
La situación es crítica: enfermos, sin agua y con un clima agobiante; los originarios qom intentan sobrevivir al infierno con la solidaridad que le brindan los amigos cosechados durante el acampe en Buenos Aires.
Desde que el gobierno nacional los desalojó de la plazoleta de Av. de Mayo y 9 de Julio, donde se asentaron durante casi 5 meses, hasta mayo del año pasado, la situación no ha cambiado, sus reclamos relacionados con las tierras y seguridad siguen sin resolverse.
La mesa de diálogo ofrecida por el ministro del Interior, Florencio Randazzo, se trató de un monólogo, donde únicamente asistieron los integrantes de la comunidad, junto a su líder, Félix Díaz, acompañados por los organismos de derechos humanos. El gobernador provincial, no envió a sus representantes.
Los hostigamientos y agresiones que padecen los qom, principalmente, la familia de Félix Díaz, por parte de criollos relacionados con los usurpadores de sus tierras, son constantes. No obstante, se mantienen indeclinables ante sus demandas que llegaron hasta la Corte Suprema de Justicia.
El máximo tribunal resolvió citar al gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, a una audiencia pública, convocada para el próximo 7 de marzo, ante la gravedad de los hechos acaecidos en noviembre de 2010, cuando Roberto López y Sixto Gómez, murieron como consecuencia de la represión policial desatada contra los integrantes de La Primavera, que llevaron su protesta a la ruta 86, para que el gobierno provincial detuviera los desalojos de sus tierras ancestrales.
Tal vez, sus plegarias sean escuchadas, y la justicia actúe, alguna vez, a favor de los pueblos originarios.
Foto: Ariel Yñiquez
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