Por Luciana Mignoli

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Más de 500 personas realizaron una versión de #UnVioladorEnTuCamino frente a la Catedral de Lomas, quizás el artivismo feminista más grande que se haya hecho en esta zona. Se repitió también en los Tribunales de Lomas de Zamora.

Faltaban veinte minutos para la hora indicada y ya había más cincuenta personas esperando para el ensayo. “Esto va a ser masivo”, se dijeron. Y no se equivocaron: más de 500 personas participaron el domingo 8 de diciembre, Día de la Virgen, de la intervención “Un violador en tu camino” en la Catedral de Lomas de Zamora.

Una versión conurbana y encendida, de la que participaron personas de todas las edades. Travesticidios, el rol de la Iglesia y la lucha latinoamericana fueron las tres incorporaciones a la letra original, que se circuló días antes por redes sociales y Whatsapp.

La convocatoria fue articulada por un enorme arco de colectivos feministas de zona sur y participación diversas murgas, organizaciones territoriales, docentes, estudiantes, colectivos de comunicación, consejerías pre y pos aborto, madres protectoras y artistas, entre otros.

“Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía. El violador eres tú”. Este artivismo feminista (arte + activismo) fue ideado por el Colectivo Las Tesis de Valparaíso, Chile, que no para de repetirse en diversas partes del mundo con sus adaptaciones locales como un grito global contra la violencia machista.

No nos callamos más

Camila Salgado es chilena, pero vive hace varios años en Argentina. Integra la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito de Zona Sur y se define como lesbiana feminista. Conoce de primera mano la situación en el país trasandino y también conoce a Las Tesis. Aquel día no quiso participar de la intervención, porque era demasiada la emoción. Pero acercó un texto para leer que decía:

“Perdimos el miedo, porque ya no tienen nada más que quitarnos, porque lo único que nos queda es la bronca para resistir y luchar para que dejen de saquearnos. Pero sobre todo, porque nos juntamos y construimos conciencia social en cada rincón, en cada territorio. Porque no cuentan más con nuestro silencio. Estamos juntxs, y decididxs a luchar por la dignidad, por el buen vivir. Detrás de todo gobierno neoliberal hay un sistema heterocispatriarcal, que atraviesa y sostiene todas estas opresiones. Por eso consideramos necesario que la organización territorial tenga como base al feminismo y a las voces de las disidencias”.

Mientras en la Plaza Grigera se inauguraba el Paseo Navideño, frente a la Municipalidad de Lomas se iba repitiendo el ensayo. Primero una entrada en calor y luego no sólo se repasaron los movimientos si no que se fueron contando por qué estaban ahí.

En la primera pasada ya eran doscientas. Desde estudiantes de secundario que iban en grupos hasta abuelas que contaban que esa era la primera vez que ponían su cuerpo en la calle como instrumento de lucha.

Muchas lloraban en alguna parte de la letra: estaban recordando sus propios abusos.

“Que yo recuerde, es el artivismo más grande que hubo en Lomas”, subrayó Anahí Aguiar, actriz, artivista y docente de Lomas. “Si me pongo a pensar en ese domingo -continuó-, en la Plaza de Lomas, frente a la Catedral, me empieza a latir re fuerte el corazón de nuevo. Recuerdo la respiración entrecortada. Éramos muchísimas. Mujeres de distintos lugares, de distintas edades. Había niñas, había adolescentes, abuelas. Éramos tantas pero a la vez éramos una. Eso te produce una felicidad y una emoción inmensa que no cabía en mi cuerpo”.

Cuerpa colectiva

Accionaron mujeres, lesbianas, travestis y trans de todas las edades y, a pesar de la venda negra que cubría los ojos, se podía ver esa emoción que traspasaba.

“Es una mezcla de sensaciones -analizó Anahí-. Había compañeras que lloraban mientras hacían el artivismo. Muy difícil poder contar lo que pasó, porque es sentirse acompañada, abrazada, por todas. Y si bien yo soy bajita y de contextura pequeña, en ese momento me sentí inmensa. Superpoderosa. Es la energía de todas juntas”.

La versión local incorporó los travesticidios y el rol de la Iglesia en la negativa a decidir sobre nuestros cuerpos: “Señor, señora, no sea indiferente. ¡Se mata a las travestis en la cara de la gente! Señor, señora, no sean negadores. ¡Impiden el aborto los curas abusadores!”. Y terminó a puro salto y aullido con un grito que une la lucha antipatriarcal en todo el Abya Yala: “¡Se cuidan! ¡Se cuidan! ¡Se cuidan los machistas! América Latina va a ser toda feminista.

Una vez finalizada la acción, hubo abrazos y llantos y dos cantos colectivos: “Chile, escucha, tu lucha es nuestra lucha” y el último grito mirando a la Catedral: “Aborto legal en el hospital”.

Guadalupe Ruiz, docente e integrante del Comando ESI, viajó desde Florencio Varela para poder participar de la intervención. “Hacer alguna performance en el conurbano bonaerense es algo complejo -reflexionó-. Acá la gente no está acostumbrada a romper con su cotidianeidad. Yo sentí la enorme necesidad de asistir, porque es sumamente importante aprovechar cada momento que pueda visibilizar el activismo transfeminista”.

“Me sentí tan acompañada -siguió- y a su vez sentí que acompañé a muches gritando con fuerza y señalando con el dedo. Me pareció sumamente aliviador y sanador estar entre tantas compas que queremos lo mismo: el quiebre del patriarcado, la caída de la cultura de la violación, por la unidad de las mujeres, trans y no binaries. Siento que estas actividades son muy necesarias para sabernos presentes y acompañades”.

Quizás ahí radica lo poderoso del artivismo feminista, que logra trascender lo individual para construir una sola y ardiente cuerpa colectiva.

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En Tribunales

“El patriarcado es juez”. Así comienza la letra de Las Tesis. Y exactamente hacia allá fueron a replicar la intervención: el viernes 13 se concretó en los Tribunales de Lomas de Zamora, el epicentro de la justicia local.

Para Tamara Kallsen, integrante del Frente Popular Darío Santillán y de la Colectiva Tatagua de Escalada, “fue muy importante haber hecho la intervención en los Tribunales de Lomas porque es una de las sedes del horror para quienes sufrimos en nuestras cuerpas las violencias machistas”.

“Ahí somos violentadas, revictimizadas/es. Es un espacio súper violento que revincula a niñas, niños, niñes, con sus abusadores. Que no le cree a las mujeres, lesbianas, travestis y trans que denunciamos la violencia machista. Que no nos protege, que no nos cuida. Por eso fue muy fuerte haber ocupado ese espacio de ese edificio público. Para gritarle a todos los violadores y todos los cómplices de esos violadores, que somos un montón, que estamos organizadas y que no van a quedar impunes”, desarrolló.

Las activistas ocuparon el hall del palacio principal y luego quisieron replicarla en la Fiscalía Nº 9 que investiga los delitos sexuales. Pero no las dejaron: “Queremos denunciar que no nos dejaron ingresar al edificio donde funciona la Fiscalía Nº 9. Tuvimos que hacerla afuera porque se generó un cordón policial para no permitirnos el ingreso a un edificio público. Y fue muy violenta la manera en que la policía nos prohibió la entrada. No se mueven para evitar que abusadores se revinculen con sus hijes, pero sí hacen un cordón para que mujeres, lesbianas, trans y travestis no podamos hacer una manifestación artística y pacífica”.

Frente a la Catedral, la Municipalidad, Tribunales o Fiscalías. Cientos de mujeres, lesbianas, trans y travestis de todas las edades y de distintas localidades del sur del conurbano. Una convocatoria articulada por un montón de organizaciones feministas. Medio millar de personas adentro de la intervención. Otra enorme cantidad de personas registrando, acompañando, cuidando, difundiendo. Bronca, alegría, llantos, abrazos. Una cuerpa colectiva gigante. Los feminismos conurbanos existen, crecen y están de pie.

Fotos: gentileza de Naiquen Campero