BiografĂa de Gisele Freund
Por Mariana Ladino
NaciĂł en 19 de noviembre de 1908, en Schöneberg, un barrio de BerlĂn. Fue una fotĂłgrafa profesional quĂ© logrĂł un estilo Ăşnico en el arte de la imagen, y junto a sus grandes trabajos se encuentran importantes textos sobre fotografĂa.
Sus orĂgenes se vinculan a una familia judĂa de clase acomodada, su padre era coleccionista de arte y fue quien le regalĂł a Gisele su primera cámara, a los 15 años. Era una máquina Leica, que hacĂa poco tiempo atrás se habĂan comenzado a producir en serie y que supo ser instrumento de su activismo polĂtico comunista. En el año 1933 debiĂł abandonar Alemania debido al peligro inminente del nazismo de Hitler, exiliándose en ParĂs. AllĂ terminĂł sus estudios de sociologĂa en la Sorbona, y en 1937 se casĂł con Pierre Blum, obteniendo además la nacionalidad francesa. A mediados de la dĂ©cada del treinta ya habĂa empezado a colaborar en revistas como Life, WeeklyIllustrated, y ParĂs match.
Entre sus trabajos más impactantes se encuentran las fotografĂas que realizĂł en las manifestaciones demĂłcratas en Francfort contra el nazismo. Gisele supo captar con aires artĂsticos pero tambiĂ©n de denuncia, el origen de los movimientos fascistas que surgĂan no solo en su Alemania natal, sino en otros paĂses de Europa. La fotĂłgrafa dirĂa un tiempo despuĂ©s de exiliarse: “ParĂs parecĂa un remanso de paz despuĂ©s de las semanas que acababa de vivir. Al parecer nadie tenĂa la menor idea de lo que estaba sucediendo en Alemania; nadie sabĂa nada de la brutalidad del nuevo rĂ©gimen, de los campos de concentraciĂłn, las persecuciones…”.
Hacia el año 1939 su situaciĂłn se complicĂł cada vez más: perseguida por la Gestapo, y con las tropas alemanas cada vez más cerca de las fronteras francesas, huyĂł a un pequeño pueblo de Francia, Saint Sozy. Para ese entonces, habĂa logrado la portada de Life con el retrato de James Joyce. Tres años despuĂ©s, Freund arribaba a la Argentina de la mano de Victoria Ocampo. VenĂa a fotografiar el “movimiento del sur” y su proyecto.
Cuenta la leyenda que su llegada al paĂs fue algo precipitada. Al preguntarle el funcionario de la aduana, nacionalidad y profesiĂłn, ella esbozĂł: “artista francesa” ante el temor de ser rechazada por ser alemana. El hombre, al escuchar a la fotĂłgrafa, le preguntĂł: “¿QuĂ© tipo de artista? Será mejor cambiar el tĂ©rmino; muchas francesas entran en el paĂs como artistas, bueno, usted ya sabe, tienen una profesiĂłn, digamos… peculiar’”. Para ese entonces, las “artistas francesas” eran prostitutas que llegaban de aquĂ©l paĂs.
Durante su estadĂa, llega a fotografiar al presidente PerĂłn y a Evita, obteniendo fotos del vestuario de la primera dama, conformado por abrigos y sombreros. SegĂşn la fotĂłgrafa, nunca obtuvo las imágenes con intenciĂłn de denuncia; sin embargo, en la revista Life, mezclaron las fotos de Eva PerĂłn ayudando en los barrios humildes, con las de su enorme placard. De esta manera es como Gisele termina siendo persona no grata en el territorio argentino.
La misma suerte corriĂł en Estados Unidos, que por su condiciĂłn de “roja” se encontraba en la lista de los no bienvenidos/as. OcurrĂa el pleno auge del senador McCarthy y su obsesiĂłn contra el comunismo. Mientras, Robert Capa, de la agencia Magnum -donde Gisele estaba trabajando- la despide por su situaciĂłn polĂtica.
Tiempo despuĂ©s, la Fuerza AĂ©rea Canadiense, en plena campaña de captaciĂłn de voluntarios, ofrece a Freund la posibilidad de fotografiar a los prĂłximos que se alistarĂan; eran tiempos de la Guerra FrĂa. La artista aceptĂł y viajĂł a Alemania, dĂłnde debĂan hacerse las imágenes, retornando al paĂs luego de 24 años.
Siempre comprometida socialmente y junto con sus convicciones polĂticas, llegĂł a hacer de su cámara un puro instrumento de lucha. RealizĂł los retratos de Walter Benjamin, JosĂ© Ortega y Gasset, Colette, Diego Rivera, Frida Kahlo, Vladimir Nabokov, AndrĂ© Breton y Paul ValĂ©ry, imágenes que quedarĂan luego, marcadas en la historia.
0 comentarios