Por Analía Daniela López
Históricamente la sexualidad fue reprimida por varias instituciones, y en especial por las religiones judaica, cristiana e islámica, que hicieron hincapié en la sexualidad como algo impuro y sólo realizable en función de la procreación. Pero la liberación de las mujeres frente al sexo finalmente llegó en las décadas de los sesenta y setenta. Varios hechos desataron la revolución sexual de aquellos años, pero dos marcaron el camino a seguir: las píldoras anticonceptivas que permitió regular la natalidad, y el resurgimiento del feminismo, con Simone de Beauvoir y su “Segundo Sexo” a la cabeza.
El comportamiento sexual depende del contexto sociocultural e histórico en que se desarrolla. Las reivindicaciones ganadas por las mujeres hicieron que se indague en los mismos ámbitos que nuestros pares, lo que permitió el crecimiento de la industria del porno desde una óptica de cine para adultas. Son producciones que vienen a llenar un mercado que comenzó a tener una demanda de un sector mujeril que no se siente motivada y/o representada ante lo que ve: películas que exponen a las mujeres como sujetas pasivas, como mero objeto sexual a disposición del macho, deseosas de entregárseles, donde se muestra a la mujer disfrutando de una violación “porque en el fondo lo desea”, entre otras características que generan un repudio valedero hacia la industria.
Sin embargo, son cada vez más las mujeres que disfrutan mirar pornografía, y Erika Lust es una fiel representante de esto. Lust es Licenciada en Ciencias Políticas con una especialización en Feminismo; periodista, escritora, directora de cine porno y co-fundadora de Lust Films. Es además autora del libro “Porno para Mujeres” que indaga sobre un tema tan discutido como es la pornografía, sus temáticas y sus públicos receptores.
El libro es una guía para entender y aprender a disfrutar del porno. Su finalidad es dar una mirada femenina a un mercado que se desarrolló meramente con perspectiva varonil desde su nacimiento y; por otro lado, destacar la llegada del público femenino a la industria pornográfica como consumidor y liberado de tabúes sexuales, familiares, morales o religiosos.
Para la directora de películas triple X para mujeres hay un mercado insatisfecho con el porno convencional y desde Lust Fims propone producciones más cuidadas, con un guión, una historia que lleve a sus protagonistas hasta el acto sexual, donde se ve si él o la compañero/ra sexual tiene una buena sonrisa, un buen culo, cómo se tocan; también mostrar los diálogos, los besos, los preliminares, y no sólo escenas a planos cortos de penes o vaginas, sin una trama que lo sustente. Para Lust es importante que las mujeres participen del discurso de la pornografía como creadoras: “Los hombres han tenido el monopolio del negocio del entretenimiento para adultos desde los orígenes de la industria. Reproducen siempre los mismos chiclés y retratan siempre los mismos personajes. Nos quieren hacer creer que el sexo es así”, explica la autora del libro en el capítulo titulado `El porno poco realista y predecible que hacen los hombres´.
Lust con sus películas “Cinco Historias para ellas”, “Barcelona Sex Project” o “Life Love Lust” intentó incorporar las fantasías que saldrían de la mente de las mujeres: reales, independientes, madres, amas de casa, vendedoras; lo que ellas desearían hacer al momento del acto sexual, en la masturbación o en sus fantasías. Se trata de ganar una nueva lucha a favor de la equidad de género, y realizar películas focalizadas desde una visión sexual femenina. La intención es mostrar a las mujeres desde otra óptica, no como sometidas, debilitadas y siempre a disposición de los varones sino en un nuevo rol activo, que incluya el hecho de empezar a disfrutar la pornografía sin la carga negativa que implicaba en un pasado reciente, y que todavía subsiste, y ver a las mujeres como participantes activas de su sexualidad.
No se trata de negar la carga de masculinidad que lleva implícita todavía la industria xxx, pero es importante la apropiación de un espacio que habla comúnmente desde una sola mirada. Para llegar a ello habrá que desmitificar la idea general que se tiene, que ve solamente a los varones como consumidores de porno, y ver a las mujeres como participantes activas en ese mundo, otrora sólo pensado, producido y comercializado para ellos.
Para indagar más sobre Erika Lust y sus producciones, ingresa a www.lustfilms.com o www.erikalust.com.
Imagen: Inés Vergottini
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