Dossier Especial: 17 de mayo día mundial de lucha contra la homolesbobitransfobia

Compartir

Por Sofía Espul

El 17 de mayo de 1990, durante la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se decidió eliminar la homosexualidad de las listas de enfermedades mentales.

Este hecho fue un hito en la historia, a partir de ese momento en todo el mundo se conmemora el Día Internacional contra la Homofobia y Transfobia, con el objetivo de sensibilizar y luchar contra la discriminación por orientación sexual o identidad de género.

A pesar de esto, la transexualidad sigue siendo mencionada en muchos manuales de psiquiatría como un “trastorno de identidad sexual” y, en la actualidad, hay más de setenta países que todavía criminalizan la homosexualidad y condenan los actos sexuales entre personas del mismo sexo con penas de prisión e incluso hasta con pena de muerte.

En nuestros días sólo diez países reconocen el matrimonio homosexual: Holanda (2001), Bélgica (2003), España (2005), Canadá (2005), Sudáfrica (2006), Noruega (2009), Suecia (2009), Portugal (2010), Islandia (2010), Argentina (2010).

Aún falta mucho más por recorrer en esta lucha que brega por la inclusión y la igualdad, que busca la aceptación, que pretende no tener que crear días especiales para conmemorar logros, sino que busca que, con total naturalidad, aceptemos las identidades de todas y todos tal como cada cual decida construirla.

Pepa Gaitán y Octavio Romero. Los cuerpos hablan

Por Valeria Tellechea

“En un régimen de soberanía, algunos están destinados a la muerte para que en su cuerpo el poder soberano grabe su marca; en este sentido, la muerte de estos elegidos para representar el drama de la dominación es una muerte expresiva, no una muerte utilitaria”.

Rita Segato

La historia de Natalia Gaitán es triste e injusta, pero necesariamente conocida. Cordobesa, trabajadora social, pareja de Dayana Sánchez. Se hacía llamar Pepa porque no se sentía a gusto con su nombre, necesitaba vivir su vida de otra manera, como la que ella había elegido vivir. En marzo de 2010, Pepa fue asesinada por el padrastro de Dayana, Daniel Torres. Luego de una discusión, le disparó con una escopeta sin mediar palabra, pero sí con mucho odio, con resentimiento por ser ella quien era: lesbiana. Luego del juicio, Torres fue condenado a 14 años de prisión por homicidio simple agravado por uso de armas de fuego. Y detrás de todo ello, el odio.

Sin embargo aquí ya no hay silencio. Pepa, con su injusta muerte, no calla, aún habla, desentraña una naturalización de la lesbofobia vigente en nuestra sociedad porque, como dijo Natalia Millisenda, abogada de la familia Gaitán, ¿hubiera sido lo mismo si en lugar de la Pepa hubiera habido un varón?

Y por otro lado tenemos a Octavio Romero. Oriundo de Curuzú Cuatiá, Corrientes, Tavo, como lo llamaban sus amistades, era Suboficial de la Prefectura Naval Argentina desde hacía 13 años. Luego de la sanción de la ley de matrimonio igualitario, tenía planeado casarse con su pareja Gabriel, con quien vivía en Buenos Aires desde hacía mucho tiempo, por eso había pedido la licencia correspondiente en su trabajo. Como él mismo escribió una vez en una red social: “Yo también me quiero casar… El mismo amor, los mismos derechos”.

El 11 de junio de 2011 Tavo tenía el cumpleaños de una amiga. Gabriel trabajaba, por eso no iba a poder acompañarlo. Sin embargo, Tavo nunca llegó. Su departamento de Av. Córdoba y San Martín había quedado con las luces prendidas y estaba el saco que Tavo había decidido ponerse esa noche. Luego de buscarlo sin descanso, su cuerpo apareció en las costas del Rio de la Plata seis días después, a la altura de Vicente López, con signos de golpes, lo que indicó su asesinato.

Según el peritaje, Tavo recibió un golpe en la cabeza y fue arrojado al río aún con vida. Murió finalmente ahogado porque estaba desmayado. Luego de casi un año de investigación, la causa que se encuentra en la Fiscalía de Instrucción Nº 40 a cargo de Stella Andrade de Segura, y la División Búsqueda de Personas de la Superintendencia de Investigaciones Federales, tiene demasiadas fojas y más vueltas que certezas. Desde crimen pasional hasta cuestión de honor. Y todo bajo secreto de sumario.

Todas estas vueltas solo dejan lugar a sospechas, posibilidades, incertidumbres de si algún día se podrá conocer lo que le pasó a Tavo. Lo cierto es que, al igual que la Pepa, él tampoco calló, tampoco se ocultó, pues no tenía por qué hacerlo. Hizo valer lo que le correspondía ni siquiera como ciudadano, sino como persona. Y es aquí donde su injusta muerte vuelve a desnudar a nuestra sociedad, a dejar en evidencia los límites que la homofobia puede quebrar y cómo se quiebran aún más dentro de las propias fuerzas, donde las estructuras son aún más rígidas y golpean con mayor fuerza.

El próximo 27 de junio Tavo cumpliría 34 años. Su cuerpo aún sigue hablando. Como él, como Pepa, como otras tantas historias no conocidas, por su invisibilidad tal vez, por su marginalidad quizás. En ambos se deposita una lucha y también una esperanza. Porque ya es tiempo que todos los cuerpos hablen.

En el año 2008, las normas para solicitudes de venia de enlace fueron derogadas con firma de la Ministra de Seguridad Nilda Garré. La disposición establece que “las Fuerzas Armadas carecen de facultad para reglamentar sobre las relaciones de familia (artículo Nº 75 inciso Nº 12 de la Constitución Nacional)”. Sin embargo, recién el 22 de julio de 2011 se anuló este requisito administrativo, por Resolución Nº 548/2011.

El plan de ciudadanía LGBT, presentado el año pasado, observa, entre otros tantos, el problema de la ausencia de políticas públicas que aseguren a las personas LGBT el ejercicio de sus derechos, situación que provoca el surgimiento de ciudadanías de primera y de segunda. Para ello prevé en su página 14, correspondiente al Poder Ejecutivo de nivel nacional, la “implementación de un Programa de capacitación y formación de la Policía Federal, del Ejército y Gendarmería Nacional, con el fin de incluir en ésta, una perspectiva de diversidad sexual que tienda a la inclusión social y el trato respetuoso de las orientaciones sexuales y las expresiones de género”.

Plan federal de la FALGBT por el acceso a una ciudadanía plena para lesbianas, gays, bisexuales y trans.

www.planciudadanialgbt.org   

www.octavioromero.net

 

En primera persona

Por Gabriel Gersbach, viudo de Tavo

Tavo no era uno cualquiera en la Prefectura Naval Argentina. Él era un curioso y competente estudioso, a ellos les pidió tres becas, terminó dos traductorados de Portugués e Inglés y luego fue por la Licenciatura en Relaciones Exteriores la cual estudió en la facultad de El Salvador. Su idea era renunciar a la PNA y todos lo sabían, quería algo mejor. No lo dejaron.

Fui siempre maltratado por la Justicia, con allanamientos en mi casa y en la de mis padres. Nunca me dejaron ser querellante en la causa, ni ver el cuerpo de Tavo, ni jamás me devolvieron mis computadoras y las tres cámaras de fotos que se llevaron hace más de 10 meses de mi casa.

Jamás me ofrecieron asistencia psicológica, como lo dice la Ley.

Jamás un mínimo de nada, solo el olvido.

Entiendo que soy una Víctima de Terrorismo de Estado y lucharé por mis derechos.

Hoy lucho por justicia para él, su familia y amigos.

Pido Justicia.

Abrir puertas

Por Analía Daniela López

Claudia Castro es vicepresidenta de la Federación Argentina de lesbianas, gays, bisexuales y trans (FALGBT) y coordinadora de La Fulana, espacio de mujeres lesbianas bisexuales. Crítica, reflexiva y luchadora, el trabajo de Claudia se basa en lograr un cambio en las estructuras más arraigadas de nuestra sociedad: comprender que las personas somos todas iguales, pero que eso no deja afuera las diferencias, las particularidades que hacen las relaciones más enriquecedoras; por ello considera que la Ley de Identidad de Género, proyecto elaborado por el Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género, es de vanguardia y uno de las más progresistas del mundo, ya que prevé tanto el acceso a los cambios registrales como el acceso integral a la salud. Entre éste y otros temas, Claudia despliega la experiencia de su lucha, contra la discriminación y en pos de una igualdad, sin importar la cantidad de puertas que haya que golpear.

¿Qué es la Federación y cómo se formó?

La Federación se conformó en el año 2007 por la necesidad de hacer un frente federal LGTB que contenga a las organizaciones no solo de Capital Federal sino también las voces de las provincias.

Nos propusimos cinco puntos y con la ley de matrimonio igualitario y la ley de identidad de género ya tenemos casi todos cumplidos, faltaría la ley antidiscriminatoria (media sanción en Diputados), códigos de falta (falta una provincia) y eliminar la prohibición de que los hombres homosexuales puedan donar sangre (en tratativas).

Se aprobó la ley de identidad de género, ¿qué va a cambiar?

Para la vida de las compañeras y compañeros, todo. Es volver a nacer, es haber estado toda tu vida con una identidad que no te correspondía y recién ahora el DNI va a reflejar quien verdaderamente sos.

Por otro lado, las compañeras trans tienen un promedio de 35 años de vida, o la mata la policía o la mata la prostitución. La ley apunta a que puedan tener las mismas oportunidades que todas las personas.

Si no se tiene la ley no se pueden tener las políticas públicas. Lo mismo pasó con el matrimonio igualitario. Nos preguntaban “ustedes por qué quieren casarse si están en contra de la institución”. Yo me caso como una acción política y para desarmar la estructura heterosexual, para estar en un piso de igualdad jurídica. Como herramienta la ley de matrimonio abrió un montón de puertas que antes estaban cerradas.

¿Crees que es posible una ley de interrupción voluntaria del embarazo?

Se pensaba que después del matrimonio igualitario salía el aborto, pero para eso hay que instalar el debate. El discurso no llega, la gente tiene que estar discutiendo de qué se habla cuando se habla de aborto, para eso hay que hacer más trabajo de campo.

Uno de los errores que tiene la campaña es que cuando se suman personas no se puede visibilizar. Cuando pensás la campaña hay que pensar en doña rosa, en la señora de barrio, no en los y las mismas de siempre. Hay que lograr consenso social pero para eso hay que mostrar que hay mucha sociedad ahí adentro.

No quiero no ser parte de la lucha por el derecho al aborto pero si la manera de organizarse es ésta, es muy difícil llevarlo adelante. La sociedad no sabe de lo que estamos hablando. Nosotras hablamos que las que mueren son mujeres pobres y las que mueren no tienen la menor idea de que existe una campaña por el derecho al aborto.

¿Cómo fue llegar a la ley de matrimonio igualitario?

Cuando empezamos a plantear la unión civil nos juntamos con todos, no importaba quien fuera, había que hablar con personas que nunca te hubieras juntado a hablar. Lo que nos decían era que no había consenso social. De ahí planteamos la campaña. Había que visibilizar a las organizaciones, por lo tanto la estrategia pasó por hacer un fuerte consenso social.

En la mesa nos sentamos con sindicatos, con trabajadores, con TODOS, y no esperábamos que vengan a adherirse, nosotros íbamos a buscarlos.

¿Qué es La Fulana?

La Fulana es un espacio de mujeres lesbianas bisexuales que funciona hace 15 años en la Ciudad de Buenos Aires.

Desde La Fulana venimos trabajando por el derecho a la salud y generamos la campaña por la atención digna de lesbianas y mujeres bisexuales en los sistemas de salud: “Cambiemos las preguntas”, ya que muchos y muchas compañeras no quieren atravesar por el sistema de salud. Cuando le decís a las y los médicos que sos lesbiana la respuesta puede ser violenta o ser copada, es una lotería, y no debería ser así. Nos interesa trabajar en hospitales e instalar en los profesionales de la salud cuáles son nuestras prácticas sexuales y concientizar a las lesbianas bisexuales que tienen que ir al ginecólogo. Esto es importante porque casi el 80 por ciento de las lesbianas bisexuales creen que si no hay penetración no hay contagio.

Para Claudia, quien milita desde los 24 años y que ahora es madre, afirma que en estos años se avanzó mucho pero aún falta por hacer, y en ese faltar hacer entra el aborto “en el mientras tanto las mujeres se siguen muriendo”. Habrá que seguir golpeando puertas.

Para más información:www.lafulana.org.ar o www.lgbt.org.ar

Commentarios de Facebook

0 comentarios

Ceres Elementos Naturales
borde gris top
Contenido relacionado
Contenido relacionado